El terreno en naturopatía es el conjunto de datos que caracterizan a un individuo en un momento dado.
En realidad el terreno va a ser la base del trabajo del naturópata porque permite tener una idea de cómo funciona cada individuo, poder anticipar los problemas de salud que puede padecer y acompañarlo hacia una salud más duradera.
Recordaré un concepto muy importante en mi mensaje y me arriesgaré a ser super pesada con eso! Somos únicos!
O sea que cada persona reacciona diferente frente a una situación pero también frente a una infección o una agresión del exterior. Es por eso que la primera consulta con un naturópata es muy larga. Porque la idea es conocer a la persona y entre otras cosas, su terreno, para personalizar los consejos. Para un mismo problema, no se va a aconsejar los mismos cambios en la higiene de vida, ni la misma suplementación o las mismas plantas de apoyo.
¿Que determina tu terreno?
Pues antes que nada, el terreno de tus padres. Tienes una genética heredada de tus padres y que te procuren algunas predisposiciones a nivel de tu salud. La buena noticia es que puedes modificarla! Y esto se llama, epigenética. Tu genética impacta 20-30% de tu salud, y el resto depende de tu modo de vida, del medio ambiente que te rodea y modula la expresión de tus genes. Esto es la epigenética, los genes están en ti, pero se pueden exprimir o quedarSE callados, exprimirse más o menos fuerte,… todo depende de la vida que tienes.
Por otro lado, el terreno está determinado por tu temperamento. Tu temperamento corresponde a las tendencias naturales de tu forma de ser tanto a nivel físico como psicológico. Existen dos tipos clasificaciones de los temperamentos. La más conocida son los temperamentos Hipocrático.
Pasaremos rápidamente sobre cada temperamento simplemente para presentártelos sin que sea muy aburrido tampoco.
Los temperamentos Hipocráticos
Empezamos con el Linfático/Flemático que sería más bien una persona pequeña y redondita, con un funcionamiento general lento, al cual le gusta la comida y que tiene poca energía. Sin embargo es tranquilo y fiel, preciso y ordenado.
El segundo es el Sanguíneo, que también suele ser más bien pequeño pero más tónico que el linfático. Tiene una musculatura fuerte y una mirada chispeante. Es una persona extravertida y apasionada pero tan rápido como crece su interés por algo también vuelve a bajar al poco tiempo. Tiene mucha fuerza y vitalidad pero tiene que aprender a controlar un poco su inconstancia tanto como su alimentación porque suele comer y beber bastante.
Pasamos al Colérico/Bilioso, que suele ser más bien alto y moreno, con músculos fuertes y muy poca grasa. Es muy ordenado y naturalmente autoritario. Incluso en casos extremos puede llegar a ser tiránico. El problema es que quiere hacerlo todo y controlarlo todo y eso termina cansando su organismo.
Terminamos los temperamentos con los Melancólico/Nervioso, de físico alto y seco, con músculos muy finos a los que faltan flexibilidad. Emotivo y susceptible, tiene poca vitalidad, necesita descansar mucho, come poco y tiende a tomar muchos excitantes como el café o el té. Suele ser inteligente y tener mucha imaginación, pero muy solitario.
Cada ser humano tiene en sí los 4 temperamentos, hay que definir cuál es el que más se exprime en cada persona, y aconsejar una alimentación y una actividades que compensan el temperamento mayoritario para tender hacia un equilibrio que sería la expresión a 25% de cada temperamento. Porque claro nada está fijado, el balanceo entre cada temperamento va cambiando a lo largo de la vida de cada ser humano, así que una vez más en este aspecto tenemos la posibilidad de influir y mejorar nuestra principal tendencia! Otra buena noticia!
La Toxemia
Finalmente, el último factor determinante del terreno de una persona es la toxemia. Lo que corresponde a la cantidad de sustancias tóxicas almacenadas en los líquidos del organismo. Estas sustancias tóxicas pueden ser TOXINAS, es decir que la intoxicación viene de sustancias producidas por el mismo organismo. Son sustancias producidas por el metabolismo y que el cuerpo tiene que eliminar. Pero obviamente también pueden ser sustancias exógenas, TOXICAS que absorbe el cuerpo tanto con la alimentación como a través de la piel o la respiración por ejemplo.
O sea que en función de nuestro modo de vida, tenemos más o menos sustancias tóxicas dando vueltas en nuestros cuerpo.
Estas sustancias que tenemos que eliminar son normales en cierta cantidad en el organismo. Por eso tenemos a los órganos Emuntorios, responsables de eliminarlas.
El problema llega cuando estos órganos están saturados porque los hacemos trabajar demasiado. Y es en este momento que la toxemia se vuelve demasiado alta y empieza a hacer mucho daño a varios niveles del organismo.
Está más que claro, este último factor determinante del terreno lo podemos controlar con un buen higiene de vida! Otra vez más no somos víctima de nuestro terreno sino actor!
Cual es la conclusión de eso? Pues como lo dijo Louis Pasteur: “Mi amigo Claude Bernard tenía razón, "El microbio no es nada, el terreno lo es todo”. Y como lo hemos visto, tanto sobre nuestra toxemia, como nuestros temperamentos principales e incluso sobre los factores genéticos, PODEMOS influir, regular, mejorar, para acercarnos a una homeostasis óptima, es decir un equilibrio del cuerpo que lo haga fuerte y capaz de enfrentarse a cualquier ataque exterior para defenderse y no permitir que se rompa la armonía.
Comments